Cuando se sospecha que existe contaminación en el medio ambiente, los científicos determinan la cantidad y el tipo de contaminación, cómo se traslada en el medio ambiente y si la contaminación representa un riesgo para la salud de las personas. Para hacerlo, los científicos usan la información disponible de las agencias y los residentes locales.
Los científicos abordan el estudio de la salud ambiental considerando primero los contaminantes en el medio ambiente, no midiendo los contaminantes en los cuerpos de las personas. Esto ocurre porque los científicos deben saber a qué pueden estar expuestas las personas. Los científicos también quieren saber si los contaminantes presentes en el medio ambiente se encuentran a niveles suficientemente altos como para que puedan ser detectados en las personas expuestas a los contaminantes. Además, los diferentes químicos se comportan de maneras diferentes en el cuerpo humano. Algunos están presentes en el cuerpo por un periodo de tiempo breve y otros por un mayor periodo de tiempo. Buscar químicos en los cuerpos de las personas se conoce como biomonitoreo (también denominado monitoreo biológico); es importante observar que este enfoque no puede determinar exactamente el lugar donde fueron expuestas las personas a los contaminantes. El biomonitoreo solo puede mostrar los químicos que había en sus cuerpos en el momento en que fueron evaluados.
Los científicos utilizan estrategias como la caracterización del lugar, evaluación de datos modelados, evaluación de la exposición y evaluación de riesgo. Estas estrategias se describen a continuación con más detalle. No todas las estrategias se utilizan para cada situación, cada escenario es diferente y los científicos eligen la estrategia adecuada dependiendo del tipo de contaminación y recursos disponibles.
Para evaluar los contaminantes y la manera en que las personas pueden haber estado en contacto con ellos, los científicos a menudo emplean los siguientes pasos: visitan el área, hablan con residentes y visitan agencias locales que puedan tener información relacionada con las fuentes de los químicos. El conocimiento local es importante porque los científicos pueden enterarse cómo interactúan las personas con los contaminantes que de otra manera no se hubieran enterado.
Una visita al área ayuda a los científicos a identificar fuentes de contaminantes tales como una planta industrial o lugares con desechos peligrosos. Los científicos pueden observar condiciones, cercas rotas donde los niños entran en lugares con desechos peligrosos y peligros físicos que podrían provocar lesiones. El científico también puede ver qué tan cerca están los residentes de las fuentes de contaminación.
Es importante hablar con los residentes locales para comprender cómo las personas pueden entrar en contacto con la contaminación. Por ejemplo, los residentes pueden caminar por ciertas áreas adonde los científicos asumieron que nadie había accedido o las personas pueden informar que comieron pescado de aguas contaminadas.
Las agencias locales y su personal también pueden dar información muy útil. Por ejemplo, las agencias pueden tener datos de muestreo, registros de quejas y preocupaciones que podrían ayudar a los científicos a evaluar los recorridos de exposición potencial. El personal de la agencia local también está más familiarizado con la cultura y los hábitos de la comunidad. Por ejemplo, ellos podrían describir los lugares donde las personas pescan y los tipos de peces que generalmente pescan. Esta información se podría utilizar cuando se estudien los niveles de contaminantes en los peces del área.
Caracterización del lugar es la investigación de un sitio que se sabe o sospecha que contiene contaminación ambiental. El objetivo de la investigación es determinar el alcance de la contaminación. La información de la caracterización del lugar puede ser utilizada para realizar una evaluación de los efectos potenciales en la salud y el impacto en el medio ambiente a causa de la contaminación del lugar.
Específicamente, los investigadores quieren determinar qué partes del medio ambiente (aire, agua y suelo) están contaminadas y qué contaminantes específicos están en el lugar. La caracterización del lugar incluye la recolección y análisis de los datos ambientales del lugar para determinar sus características. La información de la caracterización del lugar puede ayudar a determinar qué acciones futuras de limpieza son necesarias para el sitio.
Cuando los datos de muestreo no resultan suficientes para evaluar todas las maneras en que las personas pueden estar expuestas a los contaminantes de un lugar, con frecuencia los científicos utilizan datos modelados para estimar la exposición. La información limitada que se conoce se utiliza como información en el modelo. El software de computación y las herramientas estadísticas se utilizan para crear un modelo que estima cómo se dispersa la contaminación en el medio ambiente. El procedimiento del modelado puede ayudar a los científicos a averiguar cómo se dispersó la contaminación en el pasado o cómo se puede dispersar en el futuro.
La exposición ocurre a través del contacto con un químico. El contacto puede ocurrir al inhalar aire, beber, comer o tocar cosas que contengan el químico. La concentración de los químicos y el alcance del contacto son componentes importantes de la evaluación de la exposición.
Las evaluaciones de exposición pueden utilizar datos medidos o estimaciones modeladas. Un importante componente de la evaluación de exposición implica estimar el nivel de contacto de la población expuesta al químico. El nivel de contacto implica dos factores: 1) la ubicación de las personas y 2) las actividades humanas diarias que influyen sobre la frecuencia en que las personas entran en contacto con el químico. Además, la frecuencia de uso del químico, la duración de la exposición al químico y las condiciones de manejo o uso del químico son todos factores importantes. Es posible que las estimaciones de la exposición provengan de estudios previamente publicados o sean basados en información específica del lugar.
Una evaluación del riesgo es el proceso de evaluar la posibilidad de que un material peligroso pueda contribuir a una enfermedad particular o a la mala salud. El proceso se basa en descubrimientos de investigaciones publicadas y disponibles en el momento de la evaluación del riesgo y que pueden cambiar a lo largo del tiempo a medida que haya más información disponible.
Una evaluación del riesgo combina la evaluación de la exposición (específica del lugar) con la evaluación del peligro (específica de las instalaciones). Una evaluación del peligro provee una comprensión del potencial de las instalaciones para causar efectos adversos en los seres humanos, así como en las plantas y vida animal. Existen muy pocos estudios que evalúen los efectos de salud causados por la contaminación en las comunidades de fuentes como lugares con desechos peligrosos cercanos. Por lo tanto, la mayoría de las evaluaciones de riesgos se basan en estudios de personas expuestas en lugares de trabajo, donde generalmente están expuestas a más altos niveles de contaminación. Otros estudios utilizados para evaluaciones del riesgo son tomados de accidentes industriales, envenenamientos o de información sobre estudios con animales. Debido a que con frecuencia existe cierta incertidumbre sobre cómo se relacionan estos otros estudios con exposiciones de la población más generales, las evaluaciones del riesgo con frecuencia incorporan factores de "incertidumbre" o "seguridad".
Una evaluación del riesgo puede ayudar a determinar si un estudio de salud sería útil. Los resultados de una evaluación del riesgo pueden indicar la necesidad de que una exposición sea reducida o eliminada. Las evaluaciones del riesgo también pueden ser utilizadas con el fin de establecer regulaciones para proteger al público de los peligros en el aire, el agua, los alimentos u otros aspectos del medio ambiente. También pueden utilizarse para determinar cuánta limpieza es necesaria cuando ya existe contaminación.